miércoles, agosto 22, 2007

Rescatando la primera entrada del blog

Queridos amigos:
Me encuentro ahora vendiendo tamales costarricenses, estoy muy comlpacida porque es un tipo de trabajo que me gusta mucho, tiene su parte artesanal y a la vez de promoción cultural, además es una posibilidad de trabajo informal que premite flexibilidad de horarios y de presentación; lo que se esconde detrás de todo esto es una verdad que me ha sido revelada; uno puede de verdad estar a gusto, la vida es lo que uno elige, el primero en ponerse piedras en el camino es uno mismo, parecen cosas simples, pero han llegado a mi como la punta del hilo negro, y ahora no lo suelto, lo que quiere decir que estoy bien y feliz.
2 de noviembre de 2005
Parecía que estaba bien, así que debería de releerlo, porque siento que voy de bajada, no empinado, pero si un poco.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

...mmm, bueno sí, tienes mucha razón, y es que en estos tiempos de "amores" expresso o free, pues es más complicado pensar en una relación con mayor perspectiva.

A mi en lo particular, no me da miedo una relación seria, de hecho a mi si me gustaría eso del matrimonio en su momento, lo que me da pánico es que no llegue a funcionar, porque eso también está de moda (chín, hubiera sido abogado civil).

Ahora, muy bien por lo de los tamales costarricenses, a ver si de pura casualidad aún los haces y todavía más casualidad nos cruzamos por esta enredada ciudad, para probarlos. Sólo espero que por ser platillo importado no sean muy caros.

En fin, espero que tomes mis comentarios sin pretención mala onda y sí como una manera de compartir unas palabras con una chica tan tierna como tú.

Y respecto del anonimato, pues puedo ser cualquier pelafustán, de esos que andan caminando entre otros tantos pelafustanes comunes y corrientes por las calles de la ciudad o en el metro (me encanta el metro, ni yo mismo sé por qué).

La primera pista es: no tengo pestañas de camello y sí un lunar sobre el labio, del lado derecho.

Quizá la próxima semana ande caminando por donceles, buscando un libro, en una de esas librerias de libros viejos

...


O.

La Chili dijo...

Pues no te dará miedo pero si te da miedo, porque eso es a lo que todos le tenemos miedo, no a que sea maravilloso, claro que a la vez todos nos ponemos piedras en el camino, pero es por otras razones de las que no me quiero ocupar ahora. Lo de los tamales NO, es una chinga, pero además y principalmente era un excelente medio de supervivencia para el papá de mi hijo y yo, de nada nos hubiéramos preocupado si así hubiéramos seguido, pero yo sola y panzona no pude hacerlo y ya les agarré tirria. Y por otro lado, sin ánimos de ofender, imagino que no tienes hijos y no sabes cómo es eso, así que no creas que me puedo dar vueltas por Donceles toda una semana para resolver el misterio.
Ya desenmascárate.

Anónimo dijo...

Es cierto no tengo, pero tampoco me es enteramente ajena la situación, he tenido amigas cercanas y he convivido con los niños, tons sé lo difícil q es y también lo admirable de su esfuerzo.

En fin, no te preocupes, no me ofendo, reitero, no tengo ninguna otra intención que hacerte saber que me pareces una gran mujer y lo sé porque en tus blogs manifiestas lo que llevas dentro (el primero que vi fue el de tu niño y es muy enternecedor y luego pasé a éste).

Y bien, recordando al Principito pues diré lo que técnicamente interesa saber de mi: Tengo 24 años, mido 1.73, peso alrededor de 70 kilos, terminé la carrera, pujo por encontrar un trabajo (parece q viene uno aunque sea pequeño, ojalá que no se caiga), me estoy peleando con la tesis. Vivo en el Estado de México, como a 30 minutos del DF. Me llamo Oscar.

En fin, un bonito saludo y todo el ánimo del mundo. Este chismoso ya se va.

Cuídate mucho.

La Chili dijo...

Lástima que no tienes otras intenciones, nadi parece tenerlas, últimamente, ¿qué estudiaste? Yo también respondo preguntas, sólo házlas, claro que el blog ya es bastante balcón.