domingo, octubre 28, 2007

Un día llegó uno de ellos y me preguntó cómo estaba y yo dije que en una montaña rusa de emociones, ya no estoy más allí, ahora, más bien estoy en una marea, las preguntas pueden ser ¿qué ha pasado desde entonces?, ¿que tanto es lo que uno se limita y qué tanto las elecciones que se hacen a esta edad? Yo ciertamente me siento corridita, vividita, prefiero mirar con asombro las variedad de cosas que ya he hecho y con tranquilidad y fueguito dentro las que haré, que son inciertas y no. Estos días el tiempo es larguísimo, no se si te pasa lo mismo, pero tiene que ver con la presencia; tiene que ver, quizá también, con el presente. Es raro, de nuevo lo digo, no tener espectativas, pero es liberador, aunque claro todo es camino y nada meta.
Veremos.

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