martes, agosto 05, 2008

Tercera fase o fase enfurecida (poesía)

Quisiera escucharte sólo por un día
cantarme el danzón de mi muerte,
que bailaras para mí,
el gusto de no tenerme,
que te fueras para siemrpe,
aunque sea a sembrar deseo,
que trajeras la leche de la esquina,
o la tuya fresca y espesa;
que no me pusieras rejas alrededor del pensamiento.
Que no me tomaras de la mano
porque he abierto la boca.
Que sobre mi lengua colocaras
peces de colores.
Que te vinieras por la ventana,
regando tu desendencia en los tanque de gas,
polemizando todo,
polinizando todo.
Que te enteraras que estoy aquí,
que me presento,
martes y viernes,
siempre a las ocho,
en tu sala y doy función,
estés o no viendo
la pantalla de plasma.
Que te ofrezco mi sexo
de desayuno económico,
que te doy todo en busca de respuesta.
Quisiera que te enteraras de que te sirvo mi vida en un plato,
a la putanessca con anchoas,
y ni así comes.
Que mi paciencia no es infinita,
y está muy lejos de la benevolencia.
Como las moscas en geografía,
como Sartre en su pequeño sillón,
como los surrealistas en patines...

Compré un pollo y lo herví
a tu salud mi amor,
con el libro de Rilke en la mano,
y en la otra las nalgas de mis quesadillas [...]

torrente pasillo,
abandóname sueño



Pelea de perro es mi corazón a tu lado

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