Mucha costura navideña (post tipo tesis: laaaargo)

He estado trabajando sin parar, entre que todos lo regalos que los quiero hechos a mano, con envoltura de tela para no generar basura y preparar cosas para vender en esta temporada, algunos cumpleaños y bebés naciendo, creo que no dormiré mucho hasta enero.

Encima de todo anoche me puse a hacer bolsas para la mercancía, porque me urgía ponerle un orden a las cosas que vendo. He intentado diferentes formas de llevar mis cosas a las ferias, es importante que estén bien empacadas, que no se mojen o ensucien, que sea fácil cargar todo y hacer la menor cantidad de viajes del auto al puesto. Así he ido variando desde una maleta gigantesca de ruedas, cajas grandes de plástico y terminé con una maletota que me obligó a comprar la aerolínea en un viaje de hace como 6 años, es útil, pero todo se revuelve dentro.

Éstas son algunas de mis favoritas, porque hice muchas y aún faltan algunas, compré esa tela chafona pero con un motivo que me gustó de las vacas y la granja. Siempre que hago algo, aún cuando es algo para mí (y tengo la libertad de hacerlo chueco y imperfecto a todas luces) mis prioridades son que sea durable, lavable y de preferancia libre de plásticos en los materiales. Este ejercicio de hacer muchas bolsas me permitió ensayar formas nuevas y hacer experimentos que no puedo cuando tengo que ofrecer un resultado vendible y siempre me estoy imaginando al comprador examinando minuciosamente el objeto en busca de un defecto, lo que casi nunca pasa, es más bien psicosis mía.

También hice bolsas de regalo de tela, así como las estoy haciendo yo misma para los regalos que estoy dando, según yo esto puede ser de gran éxito en una Feria Verde, aunque suele pasar que lo que me pasé cosiendo con emoción en la semana no cause gran impacto el sábado, de todos modos me alientan sus comentarios, gracias queridos lectores. Me encantó esa tela con tema como de campamento y la ventanita blanca es para ponerles el nombre en el momento, que quedaría pintado y será lavable, anímense, sólo 2 mil colones.

Al final resolví el problema ético del árbol de navidad en mi cabeza, pero no en la realidad porqque no me dará tiempo de hacerlo este año, así que terminé aceptando la punta del árbol de mi madre (que en realidad mide como 3 metros), y fue grato reencontrarme con los adornos de mi infancia, los muñequitos de fieltro como el ángel los hizo mi madre en 1980 o 81, para mis primeras navidades. A Itzcóatl le gustó poner las figuras y hacer sonar el árbol con cascabeles, yo estoy practicando unos villancicos en el teclado pero igual no creo que me salgan bien para el 24, de todos modos ha sido un gusto reencontrarme con el solfeo y ver que algo logro leer de una partitura y hasta pude recordar cómo era la onda con la clave de fa y la mano izquierda, se me antojó terriblemente tener un piano de verdad.

También estoy aprovechando las sobras de algunos rebozos para hacer unos tapetes, indivudales o protectores de cosas calientes, veremos, según el tamaño final, tenía esas tiras esperando a ser usadas, pero se me prendió el foco hasta que lo vi en el blog de Sew Liberated, me encantan los colores, que accidentalmente están navideños, se ven mucho más ricos en la realidad.

El sábado ayudamos a ponerle las luces al árbol que mi madre tiene frente a la casa, piénselo bien el día que se decidan a sembrar un pinito raquítico, porque puede terminar así en unos cuantos años.

Por último les quería compartir mi nacimiento, éste data de de 2003, lo hice en madera balsa, lo pinté con acuarelas y tinta china y lo recorté con tijeras, espero que nadie se tome a mal mi versión (tenis de un rey mago, el dragón o el chamuco). También el árbol que hice en 2007 pintado con tizas pastel sobre cartulina negra, uno de mis favoritos aunque es una pena que aún usaba papel de envolver. El nacimiento me trae muchos recuerdos porque esa fue la segunda navidad despúes de que había tomado desiciones importantes sobre seguir mi camino y encontrar mi propia manera de estar en el mundo, y a la vez me trae sensaciones cálidas porque fue la primera navidad que pasé con mi compañero, Marco, aunque aún no éramos pareja, y así siento que empezó nuestra historia, y llegó a ser el dueño de mi corazón, de una manera intensa y compleja.

Y por supuesto el niño Jesús.