El fin de semana pasado fuimos a Coyoacán, ahora que vivimos un poquito al norte de la ciudad, nos queda un poco lejos.
Caminamos por Av. México, redescubriendo nuestro antiguo rumbo.
Desayunamos con muy queridos amigos.
Fuimos por los útiles y una varita mágica.
Y terminamos con una función doble en la remodelada Cineteca Nacional.
Hermoso y feliz, aunque nos mojamos al regreso.
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