jueves, enero 22, 2015

Maternidad y Lactancia, Museo de Culturas Populares

Como conté ayer, vimos la exposición de Taco de ojo, erotismo popular, en el Museo de Culturas Populares de Coyoacán.

Había muchas figuras que hablaban de la maternidad y lactancia que me parecieron hermosas, la mayoría son modeladas en barro (arcilla). Me encanta esta primera en que el niño cargado tiene una cara de felicidad, y también la siguiente en que la mamá le da el pecho y sandía a la vez.

También me pareció hermosa la del colecho (dormir con el bebé) y la del bebé que toma el otro pecho del que no está bebiendo con su manita, refleja una imagen de lactancia tan usual y tierna.

Me resulta poderosa de la mujer que está pariendo y me gusta que hasta el changuito está dando el pecho.

Me llamaron la atención la de la mujer que le da su leche a los animales y la sirena que incluso le da uan pez.













miércoles, enero 21, 2015

Taco de ojo en el Museo Nacional de Culturas Populares


*LAS FOTOS DE ESTE POST TIENEN CONTENIDO ERÓTICO

Solíamos decirle museo nacional de posturas copulares en la juventud, de casualidad terminamos visitando hoy la exposición que se titula Taco de ojo, erotismo popular, la exposición tenía varias partes, entre las que aparecía la de la maternidad.

Diviré esta probadita, mostrando la parte erótica primero, luego la parte de lactancia-maternidad y después la parte que no pertenecia al taco de ojo, sino que incluía varios nacimientos que ganaron premios de artesanía y que se caracterizan por mostrar a la virgen embarazada o pariendo, cosa que se me hace de lo más bonita aunque por supuesto, inusual.













lunes, enero 19, 2015

¿Es la paternidad una nueva religión?

Leí este artículo que es una reproducción del que Danielle Teller escribió originalmente en inglés. En ellos se habla de un ensayo publicado por el New York Times en 2005 escrito por Ayelet Waldman, en el que decía que amaba más a su esposo que a sus hijos, y por el que recibió agresiones públicas.

El artículo de Teller sugiere que la paternidad se ha convertido en una nueva religión que es la causa principal de los problemas en los matrimonios y la tasa de divorcios actual. Dice que la manera en que se habla de lo hijos actualmente se equipara con la de dioses porque no se permite decir nada negativo en contra de ellos y que los padres no pueden admitir que no les agradan sus hijos a veces o incluso que son insoportables.

Uno de los puntos que molesta del artículo es la idea de que el niño nace formado, con un conjunto de características, que además se encasillan en dos únicas columnas, las malas y la buenas, y pueden ser personas insoportables desde chicos hasta grandes. Yo no estoy de acuerdo con esta visión, pienso que los niños están en formación y que pueden mostrar todo tipo de conductas indeseables pero para eso tienen padres, y un entorno social, para que les muestren cuáles de esas conductas sí le permiten integrarse y disfrutar de la interacción con otros.

El punto principal que me molesta sobre el artículo de Teller es que iguale la relación de pareja, o cualquier relación que puedan tener los padres con la de sus hijos. Y esto creo que es una gran corriente actual más fuerte que supera a la de la supuesta religión paternal, la idea de que los niños son iguales a los adultos, está muy extandida, y a partir de eso se crean una serie de expectativas sobre la manera en que deben comportarse y que deben ser capaces de hacer en qué momento que no sólo, otra vez, deja de lado la comprensión de que están en proceso de desarrollo que no es lineal, sino que nos hace olvidar los hijos son nuestra responsabilidad. Nuestras parejas son una elección y aunque es importante tener, por ejemplo, una vida sexual, que en realidad era el primer punto que el artículo de Waldman tocaba, la vida se ha transformado para convertirse en algo diferente. No son cosas separadas la pareja de la paternidad, sino algo integrado, que se llama familia. 

Siempre se puede encontrar un tiempo para compartir como adultos, si la familia está bien organizada y hay una estructura sólida. Si hay horarios establecidos, como la hora de dormir y rutinas diarias, el niño se sentirá seguro y podrá ir a dormir temprano, dejando tiempo para que los padres puedan convivir un rato por la noche, o incluso puedan tener tiempos individuales, que también son necesarios.

Pero reitero, criar, educar, proveer y amar a nuestros hijos es una responsabilidad, una que tomamos hasta cierto punto de libre elección aunque no lo hayamos planeado. Cada vez que tenemos relaciones sexuales con alguien estamos aceptando esa posiblidad aún cuando se usen métodos de anticoncepación, que todos sabemos que son falibles, especialmente en los países donde la interrumpción del embarazo no es legal y sólo se la pueden permitir sin riesgo los de las más altas clases sociales. Así que cuando no embarcamos en la aventura de la paternidad debemos tenerlo claro, hay que asumirlo, no es justo no priorizar a los niños, porque dependen de nosotros, y nosotros somos los adultos, no es la misma estructura que hay entre una esposa y un esposo.

No creo que actuar de esta menra impoda una vida sexual plena, estoy en desacuerdo con Waldman en que las mujeres dejan de tener relaciones con su esposo porque su pasión ha sido reasignada a sus hijos, pienso que las causas son otras. Además de que no creo que su esposo debe ser el el centro de sus pasiones cómo ella dice, creo que el centro deben de ser ellas mismas, y que sus pasiones pueden ser sexuales y tambíen de otras índoles. Pero hay todo un estigma social sobre el sexo, sobre la lactancia como algo desagradable, hay muchas malas episiotomías que dejan a las mujeres con molestias para el coito, hay muchos traumas ocasionados por la violencia obstétrica y hay muchos hombres que huyen del ambiente caótico y estresante del hogar que acaba de recibir a un bebé, tambien. Dejemos de culpabilizar a la mujer por la calidad de la vida sexual de las parejas, es un asunto compartido.

Personalmente nunca tuve dificultad ni falta de líbido y disfruté de mi sexualidad sola o acompañada tanto o más que antes de tener un hijo. Mi experiencia de parto fue suave y hermosa, en un ambiente bastante respetuoso, a pesar de algunos leves detalles, creo que esto tiene un gran impacto en mi, y en mi relación armoniosa con mi hijo y pareja.

Creo que el punto de partido de Waldman, es justo el problema de toda esta discusión. está partiendo de la culpa, de la culpa de no ser como las demás mamás del grupo, provocada por un ámbito de crítica irrespetuosa, preguntándose qué está mal con ella por no querer más a sus hijos que a su esposo, y es que esta forma de verlo es demasiado simplista, si hay miles de colores y dimensiones en el universo ¿ para qué ver la cosas blanco y negro? 

El amor por nuestros hijos es distinto que el que sentimos por nuestra pareja, o por nuestros hermanos, padres, amigos del alma, yo no escogería uno por encima de los demás (excepto a mi hijo, no sólo porque lo amo sino porque depende de mí), ni tampoco sacrificaría la maravilla de la vida sexual en pareja, se puede de todo, creo, por un lado hay que organizarse y por otro tener muy claro cuál momento de la vida estamos viviendo, mientras nuestros hijos son pequeños, necesitan mucho de nosotros, es cansado y hermoso, pero también es temporal y nuestra responsabilidad. Y así como debemos enseñarles a tolerar la frustración de que las cosas no sean cuando ellos las quieren y cómo ellos la quieren, como adultos debemos también practicar esta habilidad.

jueves, enero 15, 2015

Piñata pata bebés (con tiritas de jalar) tutorial



En septiembre del 2013 hice una piñata para un pequeño que queremos mucho, cumlía entonces un año, así que la hice del tipo de las que se jalan con tiritas. Debo decir que toda la piñata está hecha de modo que los materiales se puedan reutilizar, yo depués la deshice y volví a usar esa caja para nuestra ropa sucia, reusé los fieltros también.

Se necesita:
Una caja,
Fieltro o papel de colores
Pegamento blanco, tijeras, cutter, cinta adhesiva gruesa
Un pedazo de cable de unos 50 cm
Tiritas decolores y pompones

 Primero cerré la caja por arriba con cinta adhesiva y corté con el cutter una ventana para poder rellenarla. A los lados hice agujeros para pasar el cable de donde se iba a colgar, haciendo nudo para sostenerlo.





Luego doblé varias veces el fieltro para cortar tiras de ondas de colores, tipo arcoiris, ademas de usar papel de colores también puede pintarse la caja, por supuesto, por ejemplo de casita. Luego las pegué con pegamento blanco al rededor.


Luego las pegué con pegamento blanco al rededor.




Después preparé las tiritas cosiéndoles pompones para hacerlas más atractivas y fáciles de a agarrar para los bebés.



Pegué las  tapas inferiores uniéndolas con un papel, pasando la tira a todo lo largo de este papel para que al jalarla lo desgarrara, es conveniente usar un papel suave como el papel china, porque la hoja blanca se endurece demasiado con el pregamento como para que un bebé la pueda rasgar.
Y luego agregué más tiritas cubriéndolas con un cuadrito de papel en la juntura con la caja, para despistar.



 
Y listo, ¡a divertirse!



miércoles, enero 14, 2015

Aislamiento en las relaciones de pareja

Creo que es importante hablar sobre todo, sobre todo lo que nos angustia, nos entristece, nos empodera, nos limita, nos frustra; como mujeres, madres, y ciudadanas. Al compartir nuestras vivencias sin juzgar a los demás, nos mostramos vulnerables, nos abrimos y nos colocamos en un lugar frágil, pero si el entorno para hacerlo es de respeto, el intercambio será alimento, en lugar de humillación ante la crítica cruel.

Se habla a menudo de que las mujeres somo crueles unas con las otras, se hace burla de ello. Yo creo que la organización social de las culturas grandemente influenciadas por la información masiva del internet y el modelo de consumo que predomina en el mundo, crea mucho miedo y separación, se basa en la desconfianza y competencia; y eso es lo que hace que la relación entre los seres humanos, pero particularmente entre las mujeres, pueda ser tán áspero e hiriente.

La presión de la que somos obejto por llenar roles idealizados está pensada para causar frustración, culpa e insatisfacción constantes que se puedan rápidamente traducir en consumo deaforado.

Pero además de esta presión social que parece venir de afuera, de la calle, de la tele, de las revistas; está también el aislamiento al que nos autosometemos al estar en una relación de pareja con violencia de género. Y es cuando todo ese discurso es utilizado por el compañero para que nos encerremos en nosotras mismas, reduzcamos todo contacto social con familiares y amigos, lo que permite un campo de acción para la violencia de la pareja que puede incluso tener resultados trágicos.

Todos somos piezas del ajedrez social, incluso los hombres que son parejas violentas, pero creo que es importante reconocer que este aislamiento hace que la mujer tengan muchas dificultades para comprender que está en una situación de riesgo y peor aún, para que puedan buscar ayuda y alejarse de la situación.

Las parejas violentas no suelen serlo todo el tiempo, sino que, como un péndulo, van de un extremo amoroso a uno violento, constantemente. Esto resulta particularmente confuso. una no entiende bien lo que está pasando, y al no poder tener retroalimentación con otras mujeres de lo que le ocurre, pierde aún más la noción de lo que está bien o mal, de lo que puede considerar normal.

Por eso pienso que es indispensable que hagamos más y más tribus, más y más círculos femeninos, y que hablemos, y especialmente que escuchemos, con respeto, con cariño, con sororidad.

domingo, enero 11, 2015

La maternidad no es atractiva

Ya lo sabemos, pero aún así impacta que te lo digan, abiertamente.

Es verdad, yo siempre quise ser mamá, es decir no siempre, sino desde que tenía 20.

Cuando tenía 20 años tomaba pastillas anticonceptivas, ya tenía tiempo usándolas, nunca me causaron ninguna molestia perceptible, irritabilidad, aumento de peso. acné, nada. Pero recuerdo el día, en que estaba allí, en el baño de mi casa-hobbit de la colonia Mixcoac, llegué a la conclusión de que quería ser madre, que ese era mi proyecto de vida. Antes de ese momento habría dicho que no quería tener hijos, que tenía otros planes, como hacer teatro. Pero a partir de ese momento me di cuenta de que eso quería y debía prepararme para ello. Una de las medidas que tomé fue la de dejar las pastillas anticonceptivas para siempre y sólo usar el condón que de por si usaba para evitar ETS, también dejar de usar tampones, no tenía evidencia científica que me respaldara, pero simplemente sentí que esas dos cosas iban en contra de mi salud en vías de convertirme en madre. También busqué una relación estable y duradera con un hombre que mostrara disposición a quedarse conmigo, formalizar y tener hijos al menos eventualmente. Estuve al menos en dos relaciones que pintaban bien en ese sentido, pero que luego se terminaron, mis compañeros cambiaron de opinión sobre lo de formalizar y tener hijos, éramos muy jóvenes, yo me sentía completamente lista, pero ellos imagino que no lo estaban, ahora, 10 años después al menos uno de ellos sí formó una familia y espera un hijo. Pero yo no sentí que tuviera tanto tiempo, no quería ser una mamá treintona, sino veintiañera. Me costó trabajo encontrar quien quisiera tener un hijo conmigo, que dijera sí, y éste luego cambió de opinión cuando yo ya estaba embarazada y se fue.

Pero como sea que sean las cosas, yo tengo claro que tengo una responsabilidad, que tengo que cuidar a mi hijo y educarlo, que si traje un ser al mundo debo respetarlo, amarlo y ofrecerle la mejor oportunidad de vida de la que disponga, aún a costa de mi propia comodidad, salud, disfrute, etc. Es mi obligación, y en este caso debo asumirla sola, así como lo hacen millones de mujeres en todo el mundo y específicamente en este país, donde la maternidad nos cuesta una parte de nosotras  mismas, aunque no esté bien y aunque las leyes pretendan proteger a los niños o a nosotras. Es evidente que una jefa de familia se enfrenta a adversidades.

Y una de las partes de nuestra vida que muchas veces hay que sacrificar, es la posibilidad de tener una vida sexual y de pareja plena. Pero eso no quiere decir que no lo anhelemos. Desde que tuve mi hijo descubrí algunas de mis pasiones, como la partería, la educación temprana, la pedagogía, pero también la música, y sigo siendo, en ratitos robados, una ávida lectora y cinéfila.

Sigo siendo yo, aunque me puedan decir que aburro sólo hablando de maternidad y que ya no soy atractiva por ese hecho, yo sólo quiero ser responsable, y haré lo que sea necesario para asegurarle a mi hijo las mejores oportunidades de vida.


sábado, enero 03, 2015

Mas muñecas

Originalmente este blog (http://tallerdemunecaswaldorf.blogspot.mx/) se creó para registrar los progresos de un grupo de mujeres que nos propusimos hacer muñecos de este estilo para nuestros hijos.

Yo, con algunos conocimientos de costura, la hacía un poco de guía, en una aventura, también nueva para mí.

Siempre me quedé con ganas de hacer más muñecas, y este diciembre pasado recibí mi oportunidad.

Hice una muñeca por encargo con su rebozo para llevarla, pañal, pantalones, pijama y vestido, espero pronto poner varias en la tienda. https://www.etsy.com/shop/simplelovingfamily