martes, septiembre 11, 2018

Machismos caseros

(Disculpen que mi teclado no permite acentos y hay un montón de errores en ese sentido).

Conforme la ola actual del feminismo ha ido tomado forma, he descubierto un montón de cosas sobre mi misma y sobre lo que pasa a mi alrededor.

Una de las aportaciones importantes de este movimiento para mi, ha sido darle nombre a muchas cosas que antes no existían. Si cuando a los once años le hubiera dicho a un adulto que mi maestro de la escuela o los señores en el metro me acosaban, nadie me hubiera dicho nada, eso no estaba pasando, no se llamaba así, o, como decía y dice quien debía protegerme, "tu piensas que todos quieren contigo".

El camino de la música es uno muy difícil de por si, pero los machismos de mi hogar lo han hecho muchísimo mas difícil.

Hace unos 10 años me compre un violin después de ir a un encuentro Suzuki. Me contagie de lo que el doctor Suzuki había dicho, que todos pueden tocar. El se refería a que todos los niños deben ser aceptados en una escuela de música, porque si pudieron aprender a hablar su lengua materna, entonces podrán aprender a tocar un instrumento y opinaba que había partes de la pedagogía musical de su país y época que podrían estar fallando. Pero yo pensé algo así como "si todos pueden, yo también", y compre el violin mas barato que encontré.

Poco sospechaba que la dificultad mayor no iba a estar en las arcadas y la afinación dada por los dedos o la lectura musical, sino en el saboteo machista que tengo que combatir en mi propia casa.

Da tanto miedo a veces hablar del machismo intimo que vivimos. Gritar que nos están matando y violando en las calles y en las universidades parece mas sencillo. Yo no encontré mi lucha a la par de mis compañeras que si se pueden llamar a si mismas feministas, porque a la primera que me quise sumar me señalaron lo poco feminista que era al estar en una relación heterosexual y al ser mama.

El feminismo es un campo mas en el que no se vale tener hijos, en general. Mientras yo me niego a explotar a otra mujer para sobre su espalda clavar las raíces de mi desarrollo profesional o militante, mas me vuelvo dependiente de manera practica del hombre adulto que forma parte de mi vida. Solo con su participación logro estudiar a ratos o hacer pequeños trabajos, o llevando a mi hijo a todas partes como si aun lo cargara en el rebozo. Pero siempre esta retorcida la ecuación y al poco tiempo salen malas ondas imposibles de soportar y termino abandonando mis iniciativas. Como si no fuera suficientemente difícil aprender algo ya de por si o desarrollar algún proyecto, como dar clases.

Pero hace varios años ya, es también mi hijo el que ejercita sus machismos para impedirme estudiar. Aunque ya no me ridiculiza ni hace performances emocionales para impedir a toda cosa que estudie, aun hace muchas cosas que son machistas y que buscan impedir o desanimar mi estudio. El estudia música también, el es siempre la prioridad, así que mis tiempos robados para practicar siempre deben esperar si la musa lo ha tocado en ese momento, pero no es eso suficiente.

Cuando lejanos y cercanos señalan que tal vez sigue el ejemplo del hombre que esta presente en su vida, normalmente me culpan a mi por permanecer en una relación tóxica. Otros opinan que yo soy una controladora que no quiere independizarse de su hijo, como si el entorno de seguridad y la amenaza de los temblores permitieran que uno soltara a los hijos así nomas.

En fin, que es mi culpa siempre y me siento muy sola llorando desconsolada en la cocina sin tener a quien pedirle paro y ayuda mas que a mi macho tóxico, y si, no siempre esta de humor para consolar ni le sale muy bien.

En fin, extraño este espacio donde a veces encontraba compañías lejanas y consuelo, que pena que los blogs ya no están de moda y que pareciere que tengo prohibido decir tantas cosas.

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Hace unos dias perdimos a Karina de una manera horrible, lamento no haber podido estar mas cerca de ella. La llevare siempre en mi corazón.