La verdad es que no es que me crea mucho, de hecho, cuando era más joven estaba convencida de ser muy fea y, como nunca tuve pegue en la escuela, desde la primaria hasta la primera universidad a la que fuí, no tenía dudas. Pero más tarde mis ideas cambiaron y también mi suerte, y un cumplido se convirtió enuna cosa hasta cierto punto usual, que agradecía y ya, pero no me hacía el día necesariamente.
Haber estado embarazada cambió eso, porque aunque embarazada me sentía linda, después no me he sentido tan linda, el cuerpo tarda un buen en recuperarse, y nunca lo hará del todo.
Pero el otro día alguien me dijo que me había puesto más bonita, y que la maternidad me sentaba bien, y lo sentí tan sincero desde donde venía y me llegó tanto, sentí tan bonito que me hizo darme cuenta de que no apreciaba los cumplidos de la misma manera antes.
Me hizo usted el día, gracias, aún puedes hacerme sentir bonito.
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