¿cuál es la tuya y cómo se define ésta, o más bien ella nos define a nosotros?
¿somos lo que hacemos todos lo días, somos lo que necesitamos hacer?
Estas preguntas me conflictuaron hace poco, y entré en crisis, justo la noche en que dcía que lavar los platos es como estar muerta, y aún lo creo.
Creo que estoy aprendiendo a hacer equipo, no es tan fácil aceptar y recibir, dar y cambiar, pero estoy en eso, con todo mi amor hacia los dos que duermen ahora en mi casa.
miércoles, abril 30, 2008
jueves, abril 24, 2008
La vida en rosa
YO quiero ser madre y quiero ser otra cosas, ¿estoy atentando contra la sociedad?
porque les cuento que no se puede, no se puede ser la mamá estrella que tiene la casa impecable con estrellas de brillo flotando noche y día y además hacer querer hacer eso que te hace sentir bien, yo no puedo.
Tengo la sombra de mi madre encima y la de todas las demás, con sus casa divinas, yo no, yo no odioi esyt e´pinched aasa
La odo la odio, en esta casa vivií la myor represioón, contra estos recuerdos he luchado toda la vida para formarme a mi misma, para poder dejar salir mi identidad, y ahora estoy atrapada aquí, de cuatro patas limpiándole el piso a la memoria que nunca va a ser lo que fue entonces.
Mientras lavo los platos pienso que es lo mismo que estar muerta, es efímero, mañama estarán sucios otra vez y nadie se habrá dado cuenta de lo que hiciste, nadie validará tu esfuerzo como pasa con los hombres, no importa cúan de la chingada esté su trabajo, siempre hay un resultado, una consecuencia, al menos un dinero que habla y dice, hiciste algo que vale, por mas mal pagado que esté, pero si lavo los platos o no, nadie nunca lo sabrá, nadie pensará que estuvo bien que fue importante, que fue una gran idea usar un cepillo de dientes para lavar la parte interior de un vasito con formas caprichosas, no pasa nada, es como estar muerta.
Yo soy otra cosa, yo soy otra cosa, yo soy otra cosa,
la mayor ridiculez del mundo consiste en que hasta nuestro orgasmo suceda para complacerlos.
porque les cuento que no se puede, no se puede ser la mamá estrella que tiene la casa impecable con estrellas de brillo flotando noche y día y además hacer querer hacer eso que te hace sentir bien, yo no puedo.
Tengo la sombra de mi madre encima y la de todas las demás, con sus casa divinas, yo no, yo no odioi esyt e´pinched aasa
La odo la odio, en esta casa vivií la myor represioón, contra estos recuerdos he luchado toda la vida para formarme a mi misma, para poder dejar salir mi identidad, y ahora estoy atrapada aquí, de cuatro patas limpiándole el piso a la memoria que nunca va a ser lo que fue entonces.
Mientras lavo los platos pienso que es lo mismo que estar muerta, es efímero, mañama estarán sucios otra vez y nadie se habrá dado cuenta de lo que hiciste, nadie validará tu esfuerzo como pasa con los hombres, no importa cúan de la chingada esté su trabajo, siempre hay un resultado, una consecuencia, al menos un dinero que habla y dice, hiciste algo que vale, por mas mal pagado que esté, pero si lavo los platos o no, nadie nunca lo sabrá, nadie pensará que estuvo bien que fue importante, que fue una gran idea usar un cepillo de dientes para lavar la parte interior de un vasito con formas caprichosas, no pasa nada, es como estar muerta.
Yo soy otra cosa, yo soy otra cosa, yo soy otra cosa,
la mayor ridiculez del mundo consiste en que hasta nuestro orgasmo suceda para complacerlos.
martes, abril 01, 2008
Viaje cinemátográfico a la infancia
Por otro lado, me acordé de una película de mi infancia, Tri Orsiky pro Popelku, una versión polaca de cenicienta, que no se de dónde sacaron mis papás pero que miraba una y otra vez, cómo me gustaba, gracias al youtube he aquí una muestra de ella y otras cosas más ¿alguien recuerda?
Mi amigo el dragón
El festival de los mapaches
Harlem Globe trotters
Mi amigo el dragón
El festival de los mapaches
Harlem Globe trotters
Imágenes de la ciudad
Ya empezaron a florecer las jacarandas y formarse bajo ellas las hermosas alfombras que, para mí, son imagen característica de la Ciudad de México, de eso aún no tengo fotos, pero si del colorín, este árbol que despide semillitas rojas y flores en forma de cuchillito. Este árbol me regresa a la infancia. Mi papá y yo jugábamos con esos cuchillito y yo solía pensar que las semillas eran mágicas y las guardaba como a tesoros cuando me encontraba alguna en la calle.
Yo sé que mi papá también le gustan las jacarandas, no me acuerdo si en Costa Rica hay.
Ayer vi a este señor durmiendo en el parque, no pude resistir la tentación de fotografiarlo, pero no fue en un afán irrespetuoso, simplemente me pareció que dormía tan placenteramente, es decir, me gustó la imagen, es maravilloso traer cámara y poder capturar cosas de la ciudad.
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