martes, mayo 08, 2007

Reflexiones sobre la equidad de género (y deshaogo).

Mmmmm
Pues hace mucho que no escribo lo que pienso, a veces quiero regocijarme de la vida y a veces quejarme. Lo cierto es que estoy feliz y muy presionada a la vez. Mi hijo da grandes avances, es maravilloso ver como se desarrolla, me ancanta hacerlo reir haciendo ruidos tontos o con cosquillas. Un amigo dijo que yo iba a ser muy buena mamá, cuando lo dijo no entendí porque lo hacía, porque estaba tan seguro, ahora me parece que lo entiendo y además creo que tenía razón, aunque aún me preocupo por no ser una buena mamá (como todas, supongo), pero me gusta mucho, es maravilloso, y creo que nos entendemos muy bien, mi hijo y yo.

Aún así es difícil ser madre soltera, pero principalmente por los prejuicios sociales. Tener un hijo no es el fin de tu vida profesional, para nada, pero toda la sociedad se esfuerza mucho para hacerte sentir así (desafortunadamente gente cercana a mí también piensa de esta manera y eso es muy doloroso), por eso entiendo que muchas mujeres se sientan de ese modo. Creo que es importante entender que cualquier poítica pública que pretenda ser igualitaria está siendo inequitativa por principio porque no está tomando en cuenta las diferencias. Y ahí hay muchas cosas a considerar -como discapacidades, por ejemplo-, pero la diferencia de géneros debería ser de las primeras, porque la mitad de la población es de un género que tiene caracterísiticas específicas, por ejemplo un periódo ideal para gestar un hijo de los 20 a los 30 años, fuera de estos parámetros encontramos un aumento en los problemas de salud para la madre como para el hijo (por cierto que no se crean que los hombres escapan de este rango de edad, también concebir fuera de estos parámetros genera problemas, como el de Turner), pero las oportunidades de desarrollo profesional, de educación, posgrados, becas, se ubican también en este periódo principalmente, lo cual está forzando a las mujeresa elegir entre tres opciones; la de ser madres o ser prefecionestas, o ser ambas, ésta última tiene un gran impacto en su estado emocional y a largo plazo, me parece está creando niños que pueden presentar problemas de adaptación a la sociedad, que tienen carencias emocionales porque no se les permitió desarrollar apego con sus madres, porque 45 días no es suficiente para ello. Las que decidimos quedarnos con nuestros hijos tenemos que cargar otro tipo de cosas, empezando por los problemas económicos que implica no ser activa a tiempo completo (carencias materiales, sentimientos de culpa aumentados por aquellos que aportan para la manutención), y continúa con muchos problemas emocionales que pueden afectar al niño porque quedarse en casa y hacer las labores está subvaluado como una actividad denigrante, sino piensen cómo se considera el trabajo de limpiar o qué tan bien pagado está.

En fin, a veces siento que me come todo esto, además de que el nuevo ambiente (la nueva casa y el nuevo barrio), me deprimen.

Con todo sigo afirmando que estoy muy feliz y que estoy disfrutando mucho de estos días que no regresarán nunca y de ver a mi pequeño que cada día lo es menos. Se me llena el corazón de alegría y de otras cosas hermosas que no puedo explicar.

Y sí, sería más fácil que Diego estuviera aportando dinero a esta ecuación, pero no sólo eso aportaría sino también sus opiniones, y no se que tan chido estaría eso, porque etaría yo amando a un hombre que en realidad no me amaría (porque si no no me hubiera dejado) y eso sí que va en contra del amor propio y de mi salud emocional. Al menos no está y yo decido todo lo que hacemos el chilpayatito y yo y estoy muy orgullosa de todo lo que estoy haciendo, me gustaría recibir más apoyo de mi familia, porque siento que nomás son buena onda a ratos y luego se olvidan y además siento como me están juzgando gacho, y eso me duele, porque acá, en los Méxicos, recibo admiración y respeto, porque cuando digo que soy madre soltera, se siente, además de los juicios gachos (que suponen que no fui suficiente mujer para retener a mi hombre y que soy menos por tener intimidad antes del matrimonio), también se siente esa admiración y respeto de saber que una madre soltera le tiene que luchar mucho y que yo estoy sacando a mi hijo adelante y estoy estudiando, para ser más y para darle más (no sólo en lo económico sin como ser completo), y a veces siento que mis parientes sólo ven la primera parte y no la segunda, pero en fin, por su propia desición y también por la mía no han participado mucho de mi vida, así que no debería sorprenderme y supongo que tampoco quejarme porque también me ayudan.

Ya me voy, porfavor, parientes míos, no se sientan heridos, si les queda el saco pues reflexiónenlo y si no, pues entonces no era con ustedes la cosa, y a los demás, los que lograron la proeza de leer este post hasta el final, disculpen mi desordenado tren de pensamiento expuesto así, como salió.

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