Mina circa 1956
Hoy fue la celebración del cumpleaños número 85 de mi abue postiza, en realidad es una prima hermana de mi papá, pero mi abuela materna murió mucho antes de que yo naciera, no sólo no llegué a conocerla, sino que pienso que mi padre no la conoció de cierta manera.
Me parece que mi abuela, Caridad, era una persona muy interesante, su madre, Rafaela, quien no recibió enseñanza, tuvo que sacar a adelante a su numerosa prole al quedar viuda, antes de que naciera el menor. Según se cuenta se oponía a que sus hijas se casaran, lo cual, pienso, buscaba mejores vidas para ellas, aunque habría que ver si ellas estaban de acuerdo.
Mi abuela Caridad nació en 1909 y fue maestra, lo cual era mucho para una mujer de su época. Se casó muy mayor (treintaitantos), y perdió a su primera hija. El segundo sería mi padre. Caridad y Mina crecieron juntas, casi como hermanas.
Mina circa 2007
A través de Mina he podido conocer a la mujer que era mi abuela antes de casarse, según parece, tenemos mucho en común. Para mi la casa de Mina ha tenido siempre un halo de magia. Cuando era chica y visitaba a mi papá en las vacaciones siempre hacíamos una visita, mis primas y yo, a su casa. Hay una campanita en la puerta que suena de manera muy especial. En una de las puertas había una trenza rubia de la hija de Mina cuando era pequeña que siempre me hacía pensar en mi propia trenza perdida a los 7.
Después una pared tapizada con postales navideñas, esto me gustaba e impresionaba mucho.
Luego pásabamos por el patio donde había fieros perros que me daban mucho miedo, para llegar al lugar fantástico, la casa de las muñecas, un cuarto en el patio donde había muñecas antiguas y otras hechas por Mina o su hija, marionetas, títeres y una giganta.
Mina con sus primos, 23 febrero 2013
Cada vez que la visito pasamos horas conversando, pues nuestras ideas, aún con distintas ideologías, coinciden mucho. Además que lo sabe todo, es decir que no para de aprender, como yo, sobre artes manuales, horticultura, cocina, culturas. Es bibliotecaria, y sus libros tienen caslificación Dewey.
La admiro muchísimo y me encanta visitarla.
Su fiesta estuvo muy linda, pidió que no le llevaran regalos, y en cambio ella reapartió algunas cosas. Nos contó sobre algunos platos que habían comprado como gran tesoro nuestros antepasados al casarse y los repartió entres sus primos. Tambíen algunas blondas tejidas con ganchillo muy fino y prometió para los 95 años que nos daría encajes de bolillo, que son mucho más complejos.
Por mi parte intenté hacerle
este chal, pero me salió mucho trabajo en la semana y no lo logré, así que le di un libro. Pero sigo avanzando y se lo llevaré en la semana. Apenas voy en el encaje de abajo, es mi primera vez tejiendo encaje.
Itzcóatl dibujó en la envoltura del libro, me encantaron sus dibujos, puso a Virginia acariciando su perrito y unos Cristos porque pensó que a ella le podría gustar eso. También le iba a poner Te quiero, pero luego pensó en poner Los quiero, ya que dice que quiere a toda esa familia.
Al final de la tarde uno de los hijos de Mina se puso a tocar el acordeón, luego de haber cantado unas arias para su mamá.
En realidad toda esa familia es muy especial.
Fue un día muy hermoso.