También hice flores para las maestras.
Le regalaron una bolsita de dulces a mi niño y le permití probar por primera vez un bastón de azúcar, ni sabía qué eran, como imginarán fue un éxito.
El domingo fue la presentación de fin de curso, la verdad yo terminé toda triste, el acto fue eterno, con mil coreografías y canciones en inglés que los niños ni podían cantar porque no entendían nada, aunque hubo sus cosas bonitas, sentí que mi chiqui estaba triste, que lo andaban regañando allá atrás, al final hasta los papás salimos regañados, después de dos horas de estar en el auditorio nos señalaron que no podíamos mantener a nuestros hijos en silencio (durante una proyección de fotografías) cuando en el kinder si lo logran. Después todavía vino la graduación y un trío dedicado a las maestras, nos salimos, a petición de Itzcóatl todos.
Yo fuí a una escuela activa (Decroly) que se jactaba mucho de ofrecer una educación diferente, a mi me parecía bien, pero no sabía cómo podía ser lo otro, al crecer sin parientes nunca tuve influencia de primos, abuelos, etc. Pero realmente valoro la libertad que teníamos para realizar nuestras propias represantaciones, cantábamos una canción inventada o al menos elegida por nosotros y ya, una por curso, no era tan largo y tortuoso, había un ambiente de respeto sin que nadie anduviera callando a nadie, además podíamos observar a nuestros compañeros desde el público mientras no estuviéramos en el escenario.
En cambio ver a mi hijo esforzándose o no por repetir un movimiento impuesto que nada tiene que ver con sus intereses y disfrazado de algo que él tampoco eligió se me hace una exhibición hasta medio grotesca, para que los papás digan oooh y aaaah por 90 minutos y tomen fotos y video. Y soy una ingenua porque no pensé que estas cosas pasaban o no al menos en una escuela dizque diferente, en fin. Y luego todavía tener que oír las observaciones sin derecho a réplica de mi padre sobre que mi hijo no es suficientemente participativo, como los otros niños (comparación), me hace estar tan enojada con haberlo mandado a la escuela, pero en fin, siempre podemos faltar a la del siguiente año.
En fin, como verán, ya no estoy en la parte más creativa de mi ciclo, necesito silencio y resposo, y son éstos días en los que no quiero cocinar aunque sí limpiar y ordenar, se me ocurre que la cocina es creación y el quehacer puede ser silencio mental, y en ese sentido son acciones diferentes que puedo desarrollar bien en diferentes periodos de mi ciclo, y eso no me hace una fodonga.
2 comentarios:
¡Uffffffffffffff!
¡Qué post tan bipolar! ¿o triporlar? ¿tetra quizá? Tan tú hermana... Primero las sonrisas de esta mujer hace magia con las manos... me recordaron los listones que hicieron de regalo para los compañeritos del hermosurísimas, parecen escapularios ¿no? y yo toda... ¡ay mi hermana la que tiene el poder de transformar cosas ordinarias en cosas maravillosas!
Para después pasar al ácido de las putas escuelas de cagada... lo siento... y ahora mismo voy a citar a don señor Albert Einstain (o como se escriba, de un poster que tengo en mi cuarto... y lo veo cada vez que me encierro y dice así: "la única cosa que interviene con mi aprendizaje es mi educación" ¡Ja! ¡Tómenla! A veces sí, la escuela reduce la mente... me he dado cuenta que muchos de los ñiños a los que les doy clase, que tienen una educación tradicional y formal... juegan siempre a lo mismo, todos los días y son 2 ò 3 juegos diferentes escodidillas, congelados y el lobo... no hay más... cuando los pones a inventar cosas... se quedan medio zombies, se aburren y bueno ahí hay una chamba tremenda que hacer... y ese padre tuyo... ¡qué onda! ¡Ay! Espero que no sea demasiada influencia en hermosurísimas... porque la neta.. como dan en la madre esos pinches comentarios...
Y para terminar con una reflexión de reconocer tu ciclo... que... ¡ay mana! me hace sentir cómoda... a gusto sabiendo que no hay ningún problema... que cada momento del ciclo una es quien es... la que puede ser... no otra... no la que necesita el mundo... yo ando de mírame y no me toques... ya sabes, las intensidades de la vida y el SPM que lo acentúa todo un poco más.
Te quiero mucho Náh... te extraño horrores... espero verte pronto pronto pronto... tengo que ir ¡YA!
les mando besos y un montón de apapachos... hace mucho frío aquí.
Mira que estoy de acuerdo contigo. Totalmente. Y pienso que el tema puede ser tanto la escuela (en general) como la escuela en particular psicorrígida tan distinta a la que tú tuviste). Quizás es necesario pasar por esto para confirmar aún más lo que quieres o para poder ver la diferencia con el pillo mismo. Todavía no paso por la experiencia y espero aprender de ti cuanto antes... para tomar una decisiín adecuada cuando llegue el momento.
Sólo puedo mandarte mucho ánimo y paciencia para tener la mente clara y tranquila cuando debas tomar una decisión. Como te lo dije antes de tu viaje a CR, lo bueno de la vida es que, casi todo, podemos tomar nuevas decisiones y hacer otras cosas y cambiar. Nos quedará, sin duda, la experiencia del camino. Lo único que no podemos echar atrás es la vida misma y la muerte. De ahí para adelante, todo es una oportunidad.
En cuanto a los regalitos que preparaste para los niños y las maestras, me parecen preciosos. Las flores, que no las había visto, son una maravilla.
;)
Y lo del bastón de dulce... jjajjaja. Me pasa casi igual, aunque he sido mucho más laxa de lo que creí con los chocolates (son mi debilidad).
Un abrazo,
A.
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