Me ha costado mucho no escribir las decenas de
posts que redacto en papel o mentalmente sobre
en México lss cosas así y en Costa Rica asado, no quiero hacer comparaciones con el subtexto de
todo en México es mejor, no quiero ser odiada por lectores ticos, yo me odiaría pensando:
si no te gusta lárgate.
Pero aquí voy, debo decir que las fiestas en infantiles en los restaurantes de comida rápida son aquí bastante comunes, allá no me lo parecían, al menos nunca nos invitaron a una.
Este el segundo año en que nos invitan a una de un primo de mi hijo, ésta vez decidí asistir, después de hablar con Itzcóatl que no comeríamos nada allí, hablamos de porqué, él está muy convencido de no comer cosas que nos hagan daño, y está en una edad en que es muy congruente. Yo le advertí previamente a los padres para que no tuvieran que gastar en un niño más.
Yo nunca, ni de niña, asistí a algo así, pero estaba segura de que no tendríamos ningún problema y podríamos tener una experiencia agradable, después de todo sólo eran dos horas ¿no?
Itzcóatl disfrutó mucho los juegos, no sintió deseos de comer lo que los otros niños, sino de seguir jugando, ni siquiera quiso pastel.
A mi no me fue tan bien, apenas llegué arremetieron contra mí, que cómo le iba a hacer eso, que pobrecito, que
es un niño, que etc. Yo contesté que ya había hecho mucho con llevarlo. Los juegos de la fiesta estaban dirigidos a fomentar el consumo y la competencia, pero mientras, mi niño jugaba feliz en la resbaladilla-laberinto. Las miradas no cesaron, y el clímax fue verlos quejándose de mí entre ellos mientras volteaban a verme, chale, como si no me entarara de qué estaban hablando. Procuré mantener la calma y seguir tejiendo mis calentadores, pero sí me sentí ofendida.
Es increíble lo agresiva que se puede poner la gente cuando no aceptas algo que ellos no se cuestionan y la gran necesidad que sienten de convencerte de hacer lo mismo.
Yo creo que es importante cambiar nuestros hábitos de consumo y contaminar menos con nuestro estilo de vida, pero mi manera de hacer esa lucha consiste simplemente en ésto, escribo un blog y cuento cómo me fue haciendo tal o cual, platico con las personas que me preguntan y tienen interés en alguna de éstas prácticas y siempre comparto mi experiencia y la información que tengo disponible.
No es mi estilo presionar a alguien a cambiar mostrándole que está haciendo algo mal.
Pero me gustaría que mis parientes pudieran respetar mis desiciones aunque no las compartan, es triste, porque yo esperaba poder tener más en común y compartir experiencias familiares, pero se va volviendo difícil, es una pena de verdad.
*En otras noticias: le hice una corbata para la fiesta porque me la pidió, me encantó, seguí
éste tutorial y patrón.