miércoles, noviembre 17, 2010

Sobre el sueño de los niños, la escolarización, la desescolarización

Siempre me ha parecido muy importante respetar el tiempo de sueño de los bebés y niños, al mismo tiempo que creo que es muy importante establcer rutinas, porque eso hace la vida mejor para padres e hijos, al saber qué esperar. Y por esa razón mi primer consejo para los padres primerizos es bañen a su bebé siempre a la misma hora del día (de preferencia en la noche).
Desde que Itzcóatl tendría un o dos meses lo bañaba a la misma hora y así estaba hecha nuestra rutina nocturna, cena, baño y a la cama, con quizá un cuento o un arrullo, esto continúa hasta la actualidad.
Siempre me ha preocupado que duerma lo suficiente. Mi guía para saberlo es que no lo tenga que despertar nunca en la mañana, si necesitamos despertarnos regularmente a las 6 y yo sé que su necesidad de sueño diario anda por las once horas y que casi nunca hace siesta eso implica que tiene que estar acostado a las 7, así que hay que empezar el baño tipo 5:30 si no quiero estar estresada y a las carreras con la cena.
Esto no quiere decir que sea tan estrcita que no admita excepeciones, ¿qué sabe más rico que una tarde especial con mami jugando alguna cosa, haciendo un proyecto artístico, aprendiendo algo, contando cuentos o hasta viendo un peli?
Pero estas ocasiones son casi incompatibles con la escolarización, que decide nuestros tiempos diarios sin importar cómo nos sintamos, Por otro lado a mi hijo le gusta ir a la escuela y necesita estar con otros niños. No, no creo que la escuela es el MEJOR lugar para socializar, especialmente las primarias con sistema tradicional (públicas o privadas) donde la mayor parte del tiempo los niños deben estar sentados y en silencio y tienen apenas un recreo mínimo y en áreas sin verde. Sin embargo no veo otras opciones, mi niño no tiene hermanos, si fueran más quizá me parecería bien educarlos a todos en conjunto en casa. Además no hay muchos grupos de niños desescolarizados en mi región o al menos no los conozco, donde se pueda reunir con otros niños y tener actividades frequentes y amigos regulares, y me rindo y opto por la escuela, por ahora.
Algunos días acepto que él diga que no quiere ir al a escuela y no trato de convencerlo. Nos quedamos en casa y hacemos mil cosas, lo disfruto profundamente, no añoro el tiempo que él está lejos y yo tengo el consabido tiempo para hacer mis cosas, ¿qué cosas?, ¿no puedo hacerlas cuando está él?, ¿no es también un aprendizaje que mamá trabaja de verdad y que hay que esperar a ratos?, más allá de poder ir a sentarme a un café y asistir a la clase de yoga una vez a la semana no me hace falta.
Haciendo música
Así que eso es lo que pienso, y no se aún que paso sigue, aunque soy una entusiasta de la educación en casa, o más bien desescolarización habrá que esperar, como con el colecho y tantas cosas, no puedo dar una opinión fuerte y decidida, porque no sólo mi manera de pensar y sentir decide, sino también mi hijo, y él va sabiendo lo que lo necesita y cuando, él es el que mejor lo sabe y yo iré escuchando y aprendido, mandando obedeciendo, amándolo siempre.

2 comentarios:

Vanyvalu dijo...

Qué valioso lo que dices, que tu opinión no es la única que importa, sino la de tu hijo pues él sabe lo que necesita, nuetsros hijos nos recuerdan su sabiduría a cada rato y nos enseñan a ser humildes sin embargo, qué trabajo nos cuesta de cuando en cuando, o al menos a mí, jeje.
Yo soy practicamente incapaz de mantener una rutina, creo que de alguna manera u otra sigo una especie de rutina pero la verdad es que a pesar de mis esfuerzos al respecto, simplemente es algo que no logro y sí que pienso que es mejor tenerla, sobre todo en la hora del sueño.
Qué tema lo de la escuela, yo deseo con fervor poder ofrecer a Emiliano alternativas de acuerdo a sus necesidades en este tema y siento como un reloj tictaqueando porque ya que tenga cuatro "tiene que ir al kinder" y una parte de mí se resiste tanto a eso!
Sin embargo tú sabes que también aquí en México la desescolarización y homeschooling es prácticamente una utopía y además me siento como la rarita que piensa distinto a los demás en mi entorno y "sobreprotege" a su hijo porque respeto sus tiempos y ciclos, o al menos lo intento amorosamente.
En el camino andamos, aprendiendo y amando, gracias por estar y compartir tu andar.

Anónimo dijo...

Se me había quedado este post pendiente hace tiempo.
Es un tema difícil, definitivamente. Y tienes razón, sin duda las cosas serían más cercanas a lo que quieres si tuvieras otros niños desescolarizados alrededor. Yo misma me planteo una y otra vez esa pregunta: ¿escuela sí o no? Y una parte de mí piensa que puede ser, que la opción que tengo en mente parece ser buena, que estaremos muy cerca de casa para poder pasar mucho tiempo juntos y que yo misma fui al colegio sin que eso me echara a perder... Pero otra parte de mí reconoce que la rigidez extrema de algunos sistemas de escolarización pareciera ir en contravía de los pequeños... y que todo lo que me enseñaron en el colegio o no sirvió (en términos de conocimientos que perduren) o se quedaron sin archivar conscientemente en mi cerebro. En resumen, es una decisión compleja, pero creo que lo que estás haciendo, dejando que también Itzcóatl opine y decida es una buena opción. Además, aún queda mucho tiempo por delante. A lo mejor a medida que vayan pasando los días descubrirás que puedes hacerlo de otro modo o que el mundo estricto de los colegios no tendrá amarras lo suficientemente fuertes para cortarle las alas al pequeño.
Veremos.
Un abrazo,
A.