Yo creo que es importante infundir en nuestros hijos valores distintos a los que se promueven en los grandes medios de comunicación, en parte porque provocan ideas muy erradas sobre su propio cuerpo.
Por eso no introduzco en mi hogar parafernalia de personajes comerciales, que, por otro lado, están en todas partes, platos, ropa, curitas, cuadernos, galletas y mucho más.
En particular las princesas y hadas de Disney creo que son nocivas para las niñas y tambíen para los niños. Construyen ideales de belleza muy limitados, inalcansables, poco saludables y además contruyen ideas fijas alrededor de lo que representa la femenidad. También promueven otros valores que no necesariamente tienen que ver con el género, como el maniqueísmo, la mentira, la burla, la tortura, manipulación, etc.
Pero las princesas no necesariamente tienen que ser así. y por eso me gusta este libro, que aunque me parece que no tiene una narrativa tan interesante, si tiene hermosas ilustraciones y además diversifica.
Recomiendo.
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