No he estado emocionada con la ida de mi hijo a la escuela.
Sin embargo siempre me motiva la idea de coserle algo útil, no es la primera vez que le hago un pantalón escolar.
Así que dos días antes de su entrada a la escuela puse manos a la obra con un pantalón de uniforme.
Usé un pantalón de él de molde. Hice los patrones, de delante y detrás, los corté y cosí en una noche.
Agregué bolsillos en los lados para cualquier tesoro que pueda encontrar.
Tuve que arreglar de última hora un mal cálculo, pero se resolvió con un broche y un triangulito de tela, pues no había pensado que se abriera en la cintura, pero el pantalón de muestra que usé si lo hacía, así que al final no le subía, pero quedó bien.
En la parte de atrás le puse una calaverita de un listón que él mismo eleigió en una mercería y que ya se volvió el sello inconfundible de sus prendas, además de ayudarle a encontrar la parte trasera rápidamente al vestirse.
Le hice también un caminito con puntada recta que se enrollaba, pues sé que le gusta seguirlos con el dedo.
Y dentro de un bolsillo le puse un recadito, por si le hacía falta tenerme con él.
Los primeros días recurrió al recadito, luego se olvidó y no lo necesitó mas, pero hace poco volvió a sentir necesidad de mirarlo, sólo que ahora lo reprienden por ello.
Esto me entristece.
Quizá comparta el patrón eventualmente, es talla 6.
1 comentario:
Me encantó la etiqueta!!! Mi Emiliano anda en su etapa pirata-rocker y no le vendría nada mal unas etiquetas así.
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