Caldo de Estrellas (julio 93)
Fui sól agua,
agua a la que hervirían,
poco a poco fui
sintiendo el calor,
y después el hervor...
...tan sabroso
y fueron agregando,
orégano, tan verde y confuso;
Pimienta, tan suceptible;
Clavo de olor, que se desvaneció dejando sólo su olor;
Ajo, sólido y seguro;
y estaba tranquila,
con mi condimento, mi hervor,
entonces alguien, de repente,
añadió sal,
la sal altera los elementos,
todos, todo
la pimienta y el orégano
ya no eran lo mismo,
cambiaron,
rechazando el hervor,
él, yo, el caldo,
miramos hacia arriba
y las estrellas cayeron
marchitándose al conocer
al caldo, un caldo alterado,
la luna, estaba muy lejos,
era la única que calentaría
ahora al caldo, ya frío y grasoso...
La luna aún no cae
y yo aquí, en la cazuela,
cada día soy más grasa y menos yo.
Ojo, dije que iba a compartir, no que fueran buenos.
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