Estoy cansada, pero realmente creo importante hablar sobre esta noche.
Pasé el día arreglando y ordenando el cuarto de Itzcóatl para que tenga lugares específicos para poner sus juguetes y libros, me gusta tener los libros ordenado por temas, así que le puse una Biblioteca del Conocimiento, donde están todos los libros que brindan información. Hay desde libros de teatro, música y arquitectura; hasta culturas indígenas, geografía y ecología.
Con el espacio más ordenado (aún no termino con la biblioteca literaria y otras cosas más), toda la energía fluye mucho mejor, y así, esta noche, lo he dejado leer. Me dijo que el se dormirá cuando esté listo, que él sabe, pero que quiere leer un rato. Y ahí está en silencio, disfrutando, como ha estado desde la tarde, regresando las cosas a su lugar, porque ahora tienen un lugar lógico, y mientras yo me he puesto a bordar, es ya tarde, son las 10 de la noche, pero ¿porqué no dejarlo?, por que ordenar que debe dormir ya, porque querer que se duerma ya para yo poder tener paz, puedo tenerla, cada quien tiene sus espacios, y ahora todo fluye mejor.
Tan bien me siento que hasta he limpiado la cocina al final de día, cosa que no suelo hacer, y que provoca que en la mañana todo se atrase por la flojera que me da hacer el desayuno si primero tengo que lavar trastes y limpiar.
Aún le falta mucho a esta casa-taller-salón para fluír bien, pero agradezco encontrar esta isla de calma.
Les dejo un abrazo de buenas noches.
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