El Sábado pasado trajimos una planta de cola de gato pensando en atraer colibrís para mirarlos. Fue un día hermoso, participamos en una actividad deportiva de la escuela, en la que yo casi escupo el estómago por participar en una carrera a campo traviesa. Pero pronto nos fuimos y visitamos la montaña que nos gusta. Y luego fuimos a un cafecito donde estuvimos jugando Clue, la nueva obsesión del chiqui.
Regresando sembramos la cola de gato y otras semillas que hemos guardado, comprado o recolectado, Itzcóatl le puso nombre a las macetas, me encanta su letra en progreso y lo listo que es, comprendiendo reglas ortográficas cuando se las explico, siendo capaz de deletrear y más, aún cuando su maestra insiste en decirle que él no sabe escribir.
Hoy, apenas 5 días despúes ya germinaron dos de semillas recolectadas por nosotros, albahaca y jitomate.
Anoche me di el tiempo, que hace mucho no, de coser algo, algo para mí, a partir de un patrón de un delantal desarrollé mi propio patrón de blusita, usé un par de mis preciadas telas y unos botones especiales que había guardado, con árboles dibujados.
Aún no aparecen más pajaritos aparte de los de siempre, a quienes ya regularmente les ponemos su alpiste.
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