Se trata de Jugar con cajas de Emanuela Bussolati.
Desde hace mucho días que le he prometido que haremos un proyecto del libro, y ese día fue por fin el lunes luego de un buen rato sin poder hacerle caso mientras hacía el Chinchorro (que conté ayer).
Parece que hay muchos libros lindos y similares de la autora, pero no son fáciles de conseguir, creo que lo que los destaca de entre otros libros de manualidades para niños es la manera en que están explicados, aún para niños que no saben leer y eso fue, creo, lo que enganchó al Itzcóatl.
Escogió el poryecto de la tele, que rebauticé como El cuentacuentos y lo llevamos a cabo con su tía Jimena, entre todos lo pintamos y luego desarrollamos la loca historia que iba algo así como...
Un gran tiranosaurio Rex llegó a una cuidad y parecía que estaba muy enojado, así que todos huyeron de él, cuando en realidad su intención era jugar. Entonces se fué a las montañas de donde bajó un niño que no le temía y le pidió que lo subiera a la luna. Ambos fueron y resultó que era de queso, aunque en algunas partes tenía hongos, igual se la comieron. Entonces llegó el Mandarango (mandarina-mango) muy enojado porque el mar estaba todo loco en la tierra por la falta de la luna. Bajaron a la tierra donde fueron a una fiesta de robots, ahí llegó el Robot Gigante Capitán Garfio, los enganchó y se los llevó, los metió en un basurero-composta gigante, donde prepararon un pastel amarillo gigante con el que sustituyeron la luna, hicieron otra fiesta y todos contentos.
3 comentarios:
¡Qué proyecto más bello! Me encantó el cuento. Buscaré un libro de esa autora. Creo que no sólo Itzcóatl se sentiría seducido por él. ¡¡Yo lo quiero!!
;)
Si, están rebonitos, pero re complicados de conseguir.
Genial la historia del cuentacuentos!
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