Hace unos días fuimos a un paseo, para celebrar el cumpleaños de una amiga, mi maestra de yoga, en mi mente ella es un colibrí aunque nunca se lo he dicho, pensaba bordarle uno de cumpleaños, pero el tiempo nunca alcanza para nada, aún tengo regalos navideños pendientes....
En fin que pasamos lindo, nos metimos a un río y a unas aguas termales.
De regreso la aventura se tornó un poco estresante porque mi carro falló y luego otro, pero tuvo solución.
Me gustó mucho haber hecho eso con mi lindo amado muchachito, pero me costó recuperarme.
Me encanta ver al Itzcóatl en la naturaleza, descubriendo y observando.
3 comentarios:
Qué paseo tan bonito!
Sí, es una maravilla la naturaleza y que los pequeños la disfruten tan intensamente, aunque la modernidad, la tecnología, donde intervienen las máquinas fallan cuando no deben, pero qué bueno que se resolvíó...
Octavio no conoce el mar, ni se ha metido al río... ya debemos llevarlo, seguro ya lo disfrutará...
Saludos
¡Felz cumpleaños al colibrí! Recuerdo que alguna vez leí el libro de La Décima revelación (que es como la parte siguiente de La nueve revelaciones, de James Redfield) y me impactó la afirmación que dice que todos los seres humanos tenemos un animal que nos representa. Según él, es un animal que siempre está "presente" en nuestra vida (y da pautas para buscar el propio). No sé si acertada o perdidamente, me dio la impresión de que el mío era el colibrí. Así que me parece linda la apreciación que tienes de tu maestra. Eso y las imágenes preciosas del paseo.
Es una delicia estar con los chiquitos al aire libre.
Saluditos,
A.
Que maravilla poder disfrutar de la naturaleza.
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