Hoy me vuelve a faltar tu amor, aunque yo insista en convencerme de que no hay nada, de que siempre ha sido un vacío que que yo quería iluminar. Me lo advertías pero te quedabas ahí diciéndome bonita y yo volvía a cocer mi corazón y ofrecértelo con guanición.
Y ahora estoy así, sin querer mirar a ningún lado en realidad, no hay poemas ni constalaciones deseadas para mí.
Y cada mes por los mismos días vendrá igual, primero como falta de calor y luego ya como nostalgia de ser querida, acompañada y ser mirada con compasión; a veces la desdeperación crece hasta atormentarme, pero siempre vuelve la calma después.
Y tú tan lejos, queriéndome aún, si, pero a tu manera; siempre tan lejos.
Como si nunca hubieras sido el Mar, violento y feliz, como si nunca nos hubiéramos dado la mano para ir al teatro, como si nunca nos hubiéramos reído juntos.
Mar, lejano Mar.
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