Para mí eso de hacer chocolate era un sueño de mucho tiempo, pero algo que no creía poder realizar, y sin embargo ayer lo bebimos y a todos les gustó, incluso una prima mía no podía parar de mordisquear una tablilla.
Durante todo el proceso dudé; seguro no voy a encontrar granos de cacao en el mercado de Heredia, seguro este cacao está en mal estado, seguro eso va afectar el sabor del chocolate, seguro no lo tosté lo suficiente, seguro lo tosté de más, seguro no queda bien si lo mueles en una moledora de café en lugar del metate, seguro así no es.
Al final ni siquiera lo probé, nomás lo serví y empecé a escuchar mmm y quiero más y así, que satisfacción.
Había un sólo molino en el mercado, tenían un frasco sin tapa con granos de cacao, se veían viejos y quizá levemente mohosos o quizá sólo empolvados, compré un kilo por aproximadamente 6 dólares.
Tosté la mitad, esta parte es de cuidado, no hay que tostarlo demasiado porque se quema y sabe mal, pero tampoco poco porque entonces quedará indigesto. Los puse en el comal un rato y le estuve moviendo, apenas se empezaba a ver tostada la casacarita los quité, otro signo de que está en su punto, según yo, sería que la cáscara sería fácil de retirar.
Los pelé todos a mano, quedan un poco adoloridas las manos. Después usé una pequeña moledora de café que tengo, similar a ésta (Krups 203-42 Fast Touch Coffee Grinder, Black), pero un molino hubiera sido mejor, porque quedó un poco grueso, así que al final tuve colarlo.
Al molerlo le agregué el azúcar, es necesario agregar casi la misma cantidad de azúcar que de cacao y adicionalmente se puede poner un poquito de canela, almendra o alguna otra cosa.
Luego lo volví a poner en el comal, y ahí agrgué un poquito de agua para poder formar las tablillas con la manos.
A la hora de prepararlo se pone a calentar el agua y se agrega la tableta batiendo con el molinillo para que quede espumoso.
Ahora nomás me falta sembrarlo para completar el ciclo completo del chocolate.
La rosca quedó bien, masuda, como suele pasar mi pan, pero también fue elogiada.
Me imaginaba la Ciudad de México esa tarde, fría, filas largas en las panaderías de mayor renombre, a mi me gusta la de la Copmercial Mexicana sólo porque le ponen figurillas de porcelana aún y esperaba completar algún día el nacimiento, pero quien sabe si ocurrirá, no lo puedo negar, me duele el corazón, espero volver algún día, para quedarme, porque en esa tierra quiero morir, y así mis pensamientos volaban al son de: oigo las olas del mar que no cesan ni un momento...
5 comentarios:
¡Qué linda experiencia, qué gran logro y qué bonitos pensamientos y recuerdos! (ni hablar del nacimiento: precioso).
Feliz año y felices reyes. Que se junten todas las buenas energías del universo para ayudarte a ser muy feliz, llenarte de amor y acompañarte en el cumplimiento de tus sueños.
Ya estamos de regreso.
Un abrazo,
A.
MMMMMMHHHHHHH bbuuuaaaaaa!!! me hubiera encantado hacer todo eso contigo epp, pero disfruté viendo las fotos y leyendo e imaginando todo tu proceso, qué barbara, qué pila te cargas. Yo ni coser poquito he podido pues la verdad no me organizo muy bien, tener todo el tiempo del mundo es peor porque lo lleno de cualquier cosa, en fin, ya iré agarrando disciplina.
Acá me gusta la rosca de la pastelería Suiza pero este año me pareció demasiado dulce ¿sabes que en muchos lugares la ofrecen rellenas de nata? ¡¡no mamar!! coma diabético y arterias tapadas seguro jajajajajaja.
Extraño nuestras tardes de coma diabético.
Te quiero
Chili, te mando muchos abrazos, meentristece que te duela el corazón, en serio. Ánimo
Extraño leerte Náhuatl, espero que todo esté bien... Me hubiera gustado mucho probar tu chocolate y tu rosca, porque además, el día de reyes es mi cumpleaños...
Regresa... yo sigo leyendote...
Ya regresé Yarim, espero que estés bien y tu Octavito también.
Karim, a mi también me hubiera gustado hacer el chocolate contigo, pero más me hubiera gustado que lo hiciéramos en México, y tengo que admitir que si hubiera estado allá habría comprado las tablillas. Ojalá pronto puedas coser, es tan bonito ¿te acuerdas?, yo paso temporadas sin coser. Nunca he probado el delicioso manjar de la rosca de La Suiza.
Te extraño y te quiero también.
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