El otro día me desvelé trabajando en la cortina que tapa el área de la cocina cuando, una vez a la semana, convierto mi sala en salón de estimulación temprana para bebés.
Tenía en la cabeza la idea del arcoiris ya flotando, pero todo se juntó cuando Itzcóatl me pidó que le comprara esa suave tela de borreguito.
Tengo planeado hacer también nubecitas-tapete para cada bebé.
Estoy tan contenta dando clases para bebés de nuevo, se me había olvidado lo mucho que me gusta y lo bonitos que son cuando interactúan y se emocionan.
1 comentario:
¡Qué lindo! Y que rico tener bebecitos por ahí.
Saluditos.
A.
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